
Señor Jesús, manso y humilde.
Desde el polvo me sube y me domina esta sed insaciable de estima, esta apremiante necesidad de que todos me quieran. Mi corazón esta amasado de delirios imposibles.
Necesito redención. Misericordia, Dios mío.
No acierto a perdonar,
El rencor me quema,
Las críticas me lastiman,
Los fracasos me hunden,
Las rivalidades me asustan.
Mi corazón es soberbio, dame la gracias de la humildad, mi señor manso y humilde de corazón.
No sé donde me vienen esos deseos locos de imponer mi voluntad, eliminar al rival, dar curso a la venganza. Hago lo que no quiero. Ten piedad, señor, y dame la gracia de la humildad.
Gruesas cadenas amarran mi corazón: este corazón echa raíces, sujeta y apropia cuanto soy y hago, y cuanto me rodea. Y de esas apropiaciones me nace tanto susto y tanto miedo.¡ Infeliz de mí, propietario de mí mismo!, ¿Quién romperá mis cadenas? Tu gracias mi señor pobre y humilde. Dame la gracia de la humildad.
La gracia de perdonar de corazón. La gracia de aceptar la crítica y la contradicción, o, al menos, de dudar de mi mismo cuando me corrijan.
Dame la gracia de hacer tranquilamente la autocrítica.
La gracia de mantenerme sereno en los desprecios, olvidos e indiferencias; de sentirme verdaderamente feliz en el anonimato; de no fomentar autosatisfacciones en los sentimientos palabras y hechos.
Abre, señor, espacios libres dentro de mí para que solo los puedas ocupar Tú y mis hermanos.
En fin, mi señor Jesucristo, dame la gracia de ir adquiriendo paulatinamente un corazón desprendido de y vacío como el tuyo; un corazón manso, paciente y benigno. Cristo Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo. Amén.
Esta Oración en es bellisima espero nos deje algo y podamos aplicarlo en nuestras vidas .
paz y bien
muchas gracias es hermozo !! paz y bien
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