
Felipe de las Casas nacio México, en mayo del año 1572. Sus papás Antonio y Antonia. En su niñez era inquieto y travieso que cuando decidió irse al convento de Puebla para hacerse franciscano, su nana comentó: "Eso será cuando la higuera reverdezca". Aludiendo a una higuera seca que había en el patio de la casa. Llegó al convento de Puebla, donde residía el Beato Sebastián De Aparicio. Felipe duró muy poco allí.
Alonso de las Casas, lo envió a las Islas Filipinas a probar fortuna. Pero pronto sintió de nuevo la llamada del Señor: "Si quieres venir en pos de mí, renuncia a ti mismo, toma tu cruz y sígueme" (Mt.16,24). Felipe entró con los franciscanos de Manila. Cambió su nombre al de Felipe de Jesús. Estudiaba, atendía a los enfermos.
En 1596 sus superiores le anunciaron que ya se podía ordenar sacerdote. la ordenación sería en México, Con ese fin se embarcó en el galeón San Felipe, con Fray Juan Pobre y otros franciscanos; pero una gran tempestad desvió el barco hasta que naufragó en las costas del Japón. Felipe interpretó su naufragio como una dicha. Podría entregarse mas a Cristo por la conversión del Japón.
El 3 de enero de 1597, en Meako, se les cortó a los reos cristianos la mitad de la oreja izquierda y, de tres en tres, fueron llevados por la ciudad en carretas, precedidas por el edicto mortal. Queriendo el emperador infundir en sus súbditos horror al cristianismo, dispuso que fueran llevados por Hirosima y Yamaguchi, hacia el este, hasta Nagasaki, en la isla Kyushu, donde era muy grande la presencia de cristianos. Allí, en una colina que domina sobre la ciudad y la bahía, fueron dispuestos los mártires ante las cruces que les habían preparado. «¡Qué abrazado estaba con su cruz fray Felipe!», contaba un testigo...
26 mártires fueron crucificados Fray Felipe de Jesús no podía decir nada pues el sedile de su cruz quedaba muy bajo, y estaba casi colgando de la argolla que le sujetaba el cuello. Apenas logró gritar tres veces el nombre de Jesús, haciendo verdadero su santo nombre: Felipe de Jesús. Viéndole acabado, lo mataron al modo acostumbrado: dos lanzas atravesaron sus costados, y cruzándose en el pecho, salieron por sus hombros. Así murieron todos, Felipe el primero. Era el 5 de febrero de 1597.
Según relata una leyenda, ese mismo día la higuera seca de su hogar tomó vida y dio fruto. Felipe había llegado a la santidad mas heroica.
En la colina de los mártires de Nagasaki, la iglesia que corona el conjunto de construcciones está dedicada a San Felipe de Jesús.
Es patrono de la ciudad de México y de su Arzobispado.
Y asi es la historia de nuestro santo patrono, asi como patrono de toda la Juventud!! felicidades a toda la fraternidad!!
Hermanos de la Jufra, les deseo que en este día en el que recuerdan al gran san Felipe, se motiven día a día al seguimiento de Jesús, que en sus corazones arda ese amor que en muchos santos ha ardido y les ha hecho enamorarse y dar la vida.
ResponderEliminarFelcidades y Dios les bendiga.